lunes, 27 de junio de 2011

LA CONTRARREVOLUCIÓN VA POR DENTRO - El Imperio y sus caballos de Troya

Macario Sandoval (*)

 

Pareciera que la contrarrevolución va por dentro, o son brutos o son necios, o en todo caso no son revolucionarios, sino una especie de mercenarios (Ahora llamados contratistas del Tío Sam), quienes llegaron allí solo para buscar beneficios personales o grupales, o en todo caso a cumplir una tarea preestablecida  por quienes desde un principio se han opuestos al proyecto que trajo con gran esperanza aquel  4 de Febrero el líder de esta revolución y que inicio su concreción en diciembre de 1998 cuando el pueblo sabio e inteligente de Venezuela hizo presidente a uno de los suyos y quien por mandato popular sigue allí en Miraflores.

Ciertamente,  uno o en todo caso yo, le doy vueltas y vueltas, a este asunto, y no le encuentro sentido, que individualidades o grupos que históricamente se han autoproclamado como revolucionarios, hoy por hoy  estén haciendo el juego a la reacción a los anti nacionales, a quienes  vienen buscando volver por sus fueros en la conquista del control del Estado Venezolano a través de capturar por cualquier vía la conducción del gobierno de la República Bolivariana de Venezuela.

En principio, uno piensa que pudieran estar equivocados, o confundidos como les califica en algún oportunidades el propio líder, pero en verdad, allí lo que existe es  un plan preestablecido y concebido a corto, mediano y largo plazo, no importa cuanto halla que esperar, ahí están haciendo lo suyo, el trabajo desestabilizador y lo más preocupante,  es que lo hacen desde adentro, agazapados o abiertamente; sin importárteles a quien se lleve por delante.

Ello se puede observa y comprobar en  funcionariado de cierto niveles medios y alto, que hacen todo lo contrario de lo que significa una conducta o política revolucionaria, al incumplir  tareas y roles que  corresponde en su accionar, e incluso se rodean  casi siempre de otros empleados que  igualmente nada tienen que ver con el proceso, supuestos tecnócratas que  desprecian según dicen éllos: la política y por lo tanto el proceso que  impulsa con tanta pasión el Líder de la Revolución, llegando en algunos casos a expresar perlitas como estás:-" Pues miren señores, eso vayan y se lo dicen al que manda en Miraflores, porque aquí mandamos nosotros".

Y si nos vayamos a niveles de ciertos supuestos dirigentes políticos que incluso han llegado y están en  niveles de dirección, a quienes encontramos  igualmente metidos en una guerra a cuchillo donde se práctica aquello de:-"quítate tu, para ponerme yo"; o en todo caso a uno de los suyos y casi siempre a un familiar, reproduciendo por esta vía  la enfermedad del nepotismo que tanto  criticamos a la derecha en tiempos de la cuarta república.

Pero lo más desgarrador, lo  tenemos vivito y coleando en estos días  cuando se acerca el año 12, donde vamos a estar en plena renovación de  cargos por elección  en niveles de Concejos municipales, gobernaciones y diputados regionales, aquello parece un avispero, cada quien anda en lo suyo, metiendo zancadillas aquí y allá para ver como saca de juego a posibles contrincantes internos. Es una verdadera irracionalidad, muchos están actuando y pensando en lo pequeño, en su feudo, sin detenerse a revisar y pensar en lo grande, en la necesidad ineludible que tenemos de garantizar la permanencia del Líder en la Presidencia de la  República; en verdad es como si no se entendiera, que de que nada sirve una concejalía municipal, alcalde o alcaldesa, diputado regional, gobernado ó gobernadora, si    permitiéramos que  se posesionen nuevamente de Miraflores  la  trasnacional que están en la llamada mesa de la ultra derecha (MUD), quienes viene haciendo sus trabajo a la callada, mientras que supuestos dirigentes del proceso chavista están ahí aferrados al control de la torta que significa todo el aparataje burocrático del alto, medio y bajo gobierno, como si eso fuese producto de una monarquía hereditaria.

En verdad es como si Las 5 Líneas estratégicas que anduvieron del tumbo al tambo por varios meses en asambleas y reuniones del PSUV, no hubiese hecho ni coquitos en la mayoría de aquellos, que  siguen fungiendo como supuestos  dirigentes, que por ahí andan, repito desaforados por mantener el control de esta especie de sopa de letras y Torre de Babel en que  han pretendido convertir al PSUV; al haber dejado de lado el interés general que no es otro que  luchar y defender el proceso revolucionario y por ende a su líder que está en la mira del garrote y dólar que en su crisis global es capaz de jugársela con  una de la suyas, con tal de recuperar el petróleo de los Venezolanos, que desde hacía 100 años habían contabilizado como propiedad exclusiva del gobierno de los Estados Unidos de Norte América.

Esta especie de caballo de Troya, que ahora llamamos quinta columna, se mueve sigilosamente y con acierto dentro y fuera del gobierno y del partido, por eso es importante que salirle al paso, porque si no estaríamos conviviendo con el enemigo y eso es muy peligroso para la consolidación de un proceso que esta en la observación de muchos pueblos del mundo como modelo ejemplar a seguir. Tenemos que dejar de ser ingenuos y saber que el imperio mueve sus hilos a cada instante en búsqueda de salir a como dé lugar del líder y por lo tanto de este proceso que la historia contemporánea  a bautizado como Revolución Bolivariana.

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(*) Miembro del equipo PSUV-Táchira



viernes, 10 de junio de 2011

El lapsus freudiano de Bill Clinton sobre la quiebra financiera de EE.UU. - Alfredo Jalife-Rahme


Antecedentes

Son tiempos extraordinarios. La crisis de la "civilización" occidental, que subsume una crisis multidimensional, ante todo axiológica –personificada por la alegoría de Fausto, quien le vendió su alma al Mefistófeles financierista–, está a punto de llegar a su segunda brutal sacudida global en otoño –después de la primera convulsión de la quiebra de Lehman Brothers hace cerca de tres años–, a partir del 30 de junio cuando vence el segundo experimento fallido de QE (quantitative easing: "facilitación cuantitativa") con la que la vulgar jerigonza monetarista centralbanquista en pleno naufragio encubre semánticamente la impresión masiva de papel chatarra con el fin de rescatar a sus parasitarios Trece banqueros (título del libro de Simon Johnson) de la plutocracia de Wall Street que controla al gobierno de Estados Unidos.

El gobierno de Obama ya alcanzó su techo de deuda por 14.3 billones de dólares e implora su ampliación a un Congreso hostil para no caer en suspensión de pagos que paralizaría al gobierno a 17 meses de la crucial elección presidencial.

El gobierno Obama alcanzó ya el techo de la deuda la semana pasada, pero con trucos contables el Departamento del Tesoro puede sobrevivir hasta el 2 de agosto a partir de cuando, en caso negativo, los mercados financieros globales serían torpedeados y sumirían a Estados Unidos (y, por ende, al mundo) en otra recesión.

Bill Gross, director de PIMCO –el mayor fondo de bonos del mundo (se calcula que maneja 1.2 billones de dólares)– ha cesado de comprar Bonos del Tesoro de Estados Unidos y vaticina la vulnerabilidad del dólar debido al insoluble problema fiscal de aquí a la elección presidencial (Moneynews, 27/5/11).

El ex primer ministro británico Gordon Brown (creador del disfuncional G-20 con Baby Bush) acaba de advertir que "el mundo se encuentra en camino de una próxima crisis", cuando no aprendió nada de la anterior, que aún no se resuelve (The Daily Telegraph, 16/5/11).

GEAB No. 55 (16/5/11), del centro de pensamiento geoeconómico europeo LEAP/E2020, identifica para el segundo semestre "la explosiva (¡súper sic!) fusión de la dislocación geopolítica mundial y la crisis financiera y económica global".

GEAB advierte "las ominosas (sic) señales de un evento traumático mayor" (el caos monetario internacional): "cualquier esperanza para una significativa y duradera recuperación económica global se ha evaporado (sic) mientras el pilar de la deuda occidental, en particular Estados Unidos, ha alcanzado niveles críticos sin paralelo en la historia moderna".

El portal alemán Der Spiegel (24/5/11) explora "los costos ocultos para salvar (sic) al euro" y "sus riesgos masivos".

Hechos

Los tomadores de decisiones de Estados Unidos buscan la cuadratura financierista del círculo: la reducción del intratable déficit federal.

Durante la segunda Cumbre fiscal 2011: soluciones para el futuro de EU, de la muy influyente Fundación Peter G. Peterson, celebrada en Washington el pasado 25 de mayo, el ex presidente Bill Clinton alertó sobre "los peligros de las brechas presupuestales desde el inicio de la temprana década de los 80" (Reuters, 25/5/11).

Bill Clinton es el único presidente que ha manejado superávit fiscales desde la Segunda Guerra Mundial y varios de los puntos que abordó durante la relevante cumbre fiscal los repitió en una entrevista a Gwen Ifill, conductor de Washington Weekly de PBS.

Entre los ilustres asistentes existe conciencia tanto de la debilidad de la economía como de la espada de Damocles de la deuda que pende sobre la cabeza competitiva de Estados Unidos.

Bill Clinton fustigó el "plan Ryan" de los republicanos para desmantelar los seguros médicos y soltó una frase perturbadora sobre la deuda (The Fiscal Times, 26/5/11) que convulsionó al primer círculo del presidente Obama con quien colabora Hillary.

Por cierto, en el contexto de la cumbre del G-8 en Francia, Hillary Clinton, al unísono del presidente ruso Medvediev, ya bendijo en forma ditirámbica a Christine Lagarde para presidir al agónico FMI, mientras su anterior director "socialista" Dominique Strauss-Kahn se consuela de sus avatares sexuales en un departamento lujoso de Nueva York de 50 mil dólares de renta al mes.

Dada la caracterología del ex presidente Clinton suena difícil creer en un "error" durante una cumbre tan relevante sobre un tema delicado como la impagable deuda de Estados Unidos, que el célebre "reporte Wagelin" suizo coloca en 600 por ciento (¡así, con tres dígitos!) de su PIB (Bajo la Lupa, 21/7/10).

En el peor de los casos se trató de un clásico lapsus linguae freudiano que traiciona al subconsciente: "Si suspendemos el pago de la deuda durante unos días, podría no ser calamitoso (sic). Pero si la gente (sic) piensa que no vamos a pagar literalmente más nuestros adeudos, entonces cesarían de comprar nuestra deuda".

Laura Meckler y Damian Paletta, de The Wall Street Journal (26/5/11), anuncian que el "el ex presidente Clinton se retractó (¡súper sic!) de sus comentarios sobre la quiebra financiera", debido a las intensas presiones del primer círculo de Obama, quien se encuentra en una gira por Europa.

Tanto el jefe de gabinete Bill Daley (ex directivo del banco JP Morgan Chase) como Gene Sperling, director del Consejo Económico Nacional y ex funcionario de Goldman Sachs –ambos, anteriores colaboradores del ex presidente, quienes hoy laboran para otras carteras–, presionaron a los colaboradores de Clinton (entre ellos, Doug Band, creador de Iniciativa Global Clinton) para que "rectifique", a lo cual accedió inmediatamente el zorro ex presidente.

Según los reporteros Laura Meckler y Damian Paletta los comentarios de Clinton pueden ser usados desfavorablemente por los congresistas del Partido Republicano, que resisten elevar el techo de endeudamiento (los famosos 14.3 billones de dólares).

En forma curiosa, Gene Sperling, quien asistió a la cumbre fiscal de marras, "ayudó (sic) a esbozar el borrador de la clarificación (sic) de Clinton". Es notorio el "control de daños" del equipo de la Casa Blanca que negocia febrilmente la reducción del déficit presupuestal como quid pro quo para elevar el límite del endeudamiento, cuyo plazo vence angustiosamente el 2 de agosto.

La retractación de Matt McKenna (portavoz de Clinton) fue angelical, para luego enredarse en una cacofonía cantinflesca: el ex presidente "mal declaró inadvertidamente (¡súper sic!)" y "de ninguna manera significa sugerir (sic) que un cese de pagos no sería altamente dañino a la economía aun por un muy breve periodo de tiempo".

Conclusión

No están queriendo leer correctamente el lapsus linguae de Clinton. El problema no es la interpretación de la hermenéutica interna ni las negociaciones bipartidistas en el Congreso –el ex presidente vivió un fenómeno similar durante su mandato y no sucedió "nada"–, cuando lo grave radica en el timing.

Hoy Estados Unidos se encuentra en franca decadencia –a diferencia de la unipolaridad clintoniana de los años 90 y el auge de la financierista globalización unipolar–, cuando la percepción universal de los tenedores de deuda de Estados Unidos se desprendería con pánico a partir del 2 de agosto de sus inservibles dólares y sus instrumentos transmutados en Bonos del Tesoro. Son tiempos extraordinarios.

(ver fuente)