Al cumplirse el segundo
aniversario de la partida física del Comandante Chávez, es mi deseo plasmar en
las siguientes líneas mis sentimientos sobre esta conmemoración, reflexiones
trascendentes sobre el momento que vive la Patria.
Chávez despertó la fibra del
patriotismo que se encontraba dormida en los venezolanos de bien. En nuestra
generación que vivió con asombro y como espectadores aquella madrugada del
04/02/1992, despertó además la admiración por aquel grupo de valientes
comandados por un Gigante de carne y hueso que, cual asalto al Cuartel Moncada,
se lanzaron desde los cuarteles para intentar el rescate de una Nación
secuestrada desde sus inicios republicanos por oligarcas para usarla en su
beneficio propio, para complacencia de imperios del mundo, continuando el
saqueo y la explotación de nuestras riquezas que inició con la invasión
colonial de 1492. Esa madrugada una derrota táctica, su destino final la Victoria eterna.
Chávez fue invisibilizado por
la gran prensa, aunque viendo el retrospectiva no podía esperarse actuación
diferente, pero tal fue la avalancha de amor que causó en el Pueblo que son su
mismo padrón electoral, con las propias instituciones de la Democracia Burguesa
Participativa, ocupadas por Gobiernos corrompidos en todos los niveles y
maneras en que se puede ser corrompido, donde millones de venezolanos ni
siquiera contaban con su derecho a la identidad, logró alzarse con la primera
de decenas de victorias electorales, partiendo de este mundo hacia la eternidad
como un gran Invicto.
Chávez transformó el Estado
venezolano y sus instituciones, elevó la moral de sus habitantes, recuperó el
ingreso fiscal y emprendió una cruzada, continuada hoy por el Presidente
Nicolás Maduro, para maximizar la justa distribución de la riqueza nacional y
saldar la deuda social de unos 500.000 MMUSD que se mantenía con los históricos
sujetos excluidos: trabajadores, campesinos, indígenas, pescadores, madres,
ancianos, niños, discapacitados, es decir, con nuestro pueblo.
Chávez nos hizo comprender
que la Patria
no termina en nuestras fronteras y que existe una Patria Grande que no se rige
por las limitaciones impuestas por la lógica de los burgueses y opresores, que
los pueblos son uno solo independientemente de su continente, idioma, nacionalidad,
color de piel o creencias, que debemos hacer todo lo posible por crear
sinergias en comunidad.
Chávez abrió las
oportunidades a los profesionales y técnicos para el ejercicio de funciones de
Gobierno, la democratización del acceso al empleo en las empresas del Estado,
la multiplicación de unidades productivas de todo tipo y allí nos hicimos
corresponsables en la construcción del Proyecto Simón Bolívar, del Salto
Adelante, de la Nueva Etapa,
del Plan de la Patria. En
ese momento dejamos de ser espectadores y nos convertimos en protagonistas del
cambio.
Hoy, cuando entre tristeza y
nostalgia recuerdo la partida de un hombre sencillo a quien amamos como a un
padre, como a un hermano, no me resta más que decir: Gracias Comandante!!
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